Debo empezar estas líneas agradeciendo a los compañeros de la Junta Directiva que ha presidido estos dos últimos años José Luis Calleja el magnífico trabajo que han realizado. Tomo el relevo sintiéndome muy bien acompañado por los compañeros que permanecen y por los que se incorporan, y consciente de que recibimos el testigo en un momento de excepcional relevancia y, por ello, con un entusiasmo acorde a la altura de los retos que debemos afrontar.
Unos retos que pasan por una misión fundamental: colocar las patologías del hígado en el centro de la agenda pública sanitaria, concitando para ellas la atención que su creciente prevalencia y su impacto sociosanitario demanda. La atención, en primer lugar, de los decisores públicos y de las administraciones sanitarias, pero también la de los medios de comunicación y líderes de opinión, y la de toda la opinión pública, poco consciente, en general, de la epidemia silenciosa de la enfermedad hepática metabólica y sus consecuencias a medio y largo plazo.
La creciente incidencia de las enfermedades hepáticas un desafío para el sistema público sanitario que demanda respuestas nuevas a todos los niveles. Y por ello, desde la AEEH pensamos que es necesario coordinar estas respuestas a través de un Plan nacional que sea capaz de aglutinar el consenso de especialistas, pacientes y todas las administraciones. Tenemos el precedente del Plan Nacional de Hepatitis C, que ha representado un gran éxito, el cual demuestra la importancia de contar con una estrategia común, y que esta además sea compartida por todos los actores involucrados.
Es probable sin embargo que el reto al que nos enfrentamos ahora sea, no sé si mayor, pero desde luego más complejo. Lo es en la medida en que la inversión de la tendencia sólo se logrará con un enorme avance en materia de prevención, el cual se ve seriamente obstaculizado por percepciones sociales que están muy arraigadas y que es necesario combatir. Para ello, necesitamos audacia y el compromiso de todos. Naturalmente, fuera de la AEEH, pero también dentro. Y en la medida en que este es un problema que se está incubando ente los adolescentes, y a edades cada vez más tempranas, necesitamos del talento y las ideas de nuestros socios más jóvenes.
Convencido de que lo tendremos, como del resto de nuestros compañeros, que en cada Congreso demuestran el ímpetu científico e investigador que siempre ha caracterizado a nuestra especialidad, os emplazamos a todos a contribuir con vuestras ideas y sugerencias a ese gran objetivo de salud pública que es detener la creciente prevalencia de las patologías del hígado.
Manuel Romero
Presidente de la AEEH