Es siempre el plato fuerte de nuestro congreso, la segunda jornada. Ya estamos todos aquí y aún no se ha marchado (casi) nadie… Pero la primera fue tan buena, que pensamos que no podría superarse. No fue así, los ponentes, todos (desde Thomas Berg, que impartió la conferencia magistral, a los de los simposiums y comunicaciones), fueron excepcionales.

Gustó, y mucho, el Secretario General de la EASL. Habló la epidemia silente de las enfermedades hepáticas y dio estas claves: diagnóstico precoz (valoración temprana por hepatólogos), retraso diagnóstico= más muertes; el tratamiento precoz salva vidas y, last but not least, el tenemos las herramientas para conseguirlo. Berg habló también del estigma, de la necesidad de informar y concienciar a las autoridades del impacto de las enfermedades hepáticas ocultas asintomáticas y de influir en los hábitos de vida que condicionan las más prevalentes.

Ya al mediodía, Berg estuvo en el “Encuentro con el Profesor” del Grupo Joven y fue realmente emocionante oírle contar su experiencia. Y antes de marcharse, tuvo tiempo para dejarnos un resumen de su intervención en vídeo (que puedes ver aquí), contestando a preguntas de Sabela Lens, secretaria de la AEEH.

Emocionante fue también, como veníamos anunciando estos días, el homenaje a tres grandes de la hepatología como son Joan Caballería, Fernando Casafont y Emilio Suárez. Algunas imágenes, valen más que mil palabras.